sábado, 16 de abril de 2011

capitulo 8

Ulises decidió irse. No sabía que escusa poner pero no quería seguir atravesando aquel momento tan incómodo.    Entonces dijo que estaba cansado y que volvería a casa pronto. Malú se limitó a disculparse de nuevo por haber recurrido a él a aquellas horas de la madrugada. Al despedirse se besaron en los labios. Quizás fuera un método de apoyo para ambos. En ese momento Ulises se dió cuenta que ya nada era lo mismo. Las cosas habían cambiado y ahora su sitio no era con ella.

Al volver a casa  se acostó y descansó. A la mañana siguiente cogió el avión con destino a Granada. Sin ningún remordimiento y ninguna pena. Se había cansado de lo que había sido todo este tiempo. El juego de Malú.

domingo, 3 de abril de 2011

Capitulo 7

La vida no nos da lo que pedimos a gritos la mayoría de las veces. Queremos llegar a ser felices, pero en nuestra vida afrontamos momentos como muertes de familiares, amores no correspondidos y millones de más momentos que desearíamos dejar de lado.

Ulises observaba por la ventana del salón, la noche oscura que lucía Barcelona. Aquella ciudad de atardeceres asombrosos. Ninguno de los dos se atrevió a hablar de lo que había sucedido aquella tarde. Hablaron de anécdotas del colegio quizás para no dejar que un silencio incómodo recorriera aquellas paredes de color púrpura. Unas paredes que hace años vieron a Ulises y a Malú cuándo tan sólo eran unos niños, que descubrieron nuevas sensaciones parecidas a amar.

Mientras tanto Iván seguía hablando con Marisa. A medida que avanzaba la noche aquella chica le hacía olvidar lo que había sucedido con aquellos ojos verdes que a veces, parecías poder perderte en ellos, esa boca increíblemente tentadora y ese pelo rizado que le daba un aire juvenil. Quizás había tomado alguna copa de más pero Iván empezó a acariciar el pelo de Marisa, clavó su mirada con la de la chica y cayó en la profunda tentación de besar sus labios. Lo hizo suavemente, sin ningún remordimiento y sintiendo un ardor de magia dentro de él que no sentía desde hacía mucho tiempo.

Los humanos, a veces, cometemos errores que nos pueden abrir nuevas puertas.